Al sur del estado de Quintana Roo se encuentra un hermoso pueblo mágico: Bacalar. Si las playas y cenotes que tiene la Riviera Maya para ofrecerte no son suficiente, aquí encontrarás otro cuerpo de agua: la laguna de Bacalar, también conocida como la laguna de los 7 colores, pues es cierto: según desde donde la veas, podrás contar cada una de sus tonalidades.


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Bacalar fue una ciudad de la civilización maya precolombina. Cuando llegaron los españoles, encontraron que la Liga de Mayapán (alianza de estados mayas) se estaba fragmentando por temas políticos y administrativos, así que fue fácil para los conquistadores apropiarse de esta región.

En ese momento Bacalar era un punto intermedio para piratas que buscaban llegar a Guatemala y Honduras, así que era atacada continuamente por estos. Los piratas ingleses, franceses y holandeses eran los más interesados en Bacalar pues querían el control en la explotación y tráfico del Palo de Tinte, un árbol muy importante para la producción de tintas (conocidas como tintas de Campeche) de color rojo, azul y negro.
Los españoles decidieron proteger la ciudad erigiendo el fuerte de San Felipe de Bacalar. Gracias a este, la ciudad se volvió un lugar seguro y próspero, ya que exportaba caoba, azúcar, frutas y el tan deseado palo de tinte.
Hoy el fuerte es un museo dedicado a la Guerra de las Castas.

Desde 1920, comunidades de menonitas llegaron a México siguiendo a sus líderes religiosos, especialmente a Chihuahua, pero al no tener suficiente terreno para establecer a todos ahí, algunas comunidades siguieron viajando hasta Quintana Roo, Campeche y Yucatán. 
Los hombres hablan un poco de español y se dedican al cultivo y venta de algodón, cebollas, calabazas y queso. Las mujeres hablan un tipo lingüístico de alemán llamado Low German y se dedican a cuidar a sus hijos y casas. En Bacalar podrás encontrar muchas familias menonitas y definitivamente llaman la atención: su ropa modesta y sin colores vistosos hacen un gran contraste con el colorido tradicional mexicano. Generalmente no interactúan con nadie fuera de su comunidad pero siempre son amables.
Esta comunidad encontró en Bacalar un lugar para vivir no solo por su belleza y clima, sino porque a pesar de que Bacalar vive del turismo, no tiene la cantidad de gente que Cozumel.


Laguna de Bacalar, Yucatán, México
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Esta sensación de privacidad que tiene Bacalar también se ve reflejado en el turismo: hay pocos y pequeños hoteles, desde lujosos hotel boutique hasta hostales donde puedes rentar cuartos o acampar.

Te recomendamos visitar El Manatí Bacalar, que es un restaurante/galería/tienda con un hermoso jardín.
Otra opción de restaurante es La Playita, donde podrás comer delicioso, nadar en la laguna y tomar unos drinks con una vista privilegiada.


Cenote Azul, Yucatán, México
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No olvides tomar un paseo en bote por la laguna y ver sus majestuosos colores, así como visitar el Cenote Azul, que es uno de los más profundos de Yucatán.

Bacalar es el destino ideal para los viajeros que quieren paz, tranquilidad y la belleza de la naturaleza. Si estás listo para descubrir los encantos de este lugar, no olvides que My Guide tiene la mejor selección de Hoteles, Restaurantes y Actividades para planear tu viaje a la Riviera Maya.